EL BAJO CAUCA ESTÁ BAJO LAS LLAMAS Y LA GOBERNACIÓN CON PAÑOS DE AGUA TIBIA

EL BAJO CAUCA ESTÁ BAJO LAS LLAMAS Y LA GOBERNACIÓN CON PAÑOS DE AGUA TIBIA
  • Publishedmarzo 13, 2023

La violencia en el Bajo Cauca está desborada por cuenta de las inflitraciones del Clan del Golfo en las protestas del paro minero, que ya cumplen 10 dias, y ni el Gobierno Nacional ni la Gobernación de Antioquia toman medidas continudentes para controlar la situación.

Un peaje incendiado en Tarazá en la noche del domingo, un minero muerto en las manifestaciones, dos ambulancias incineradas, al igual que varios camiones que transportaban huevos son algunos de los hechos de orden público que han dejado estas protestas.

A esto se suman las batidas realizadas por delincuentes, quienes estarían reclutando a los habitantes de los municipios del Bajo Cauca para que se sumaran a las protestas.

Esto sin contar las millonarias pédidas originadas por los bloqueos viales en la vía a la Costa Atlántica, lo que ha hecho que los vehículos se tengan que desviar en recorridos que aumentan los costos entre los 800.000 y el millón de pesos cada viaje, afectando así la maltratada canasta familiar.

¿Qué dice el Estado?

El presidente Gustavo Petro señaló que ante este accionar, del cual se responsabiliza al Clan del Golfo, esta estructura estaría incumpliendo los acuerdos del cese bilateral al fuego y las negociaciones para la paz total, por lo que se está evaluando hacer una intervención para levantar los bloqueos.

¿Y desde la Gobernación de Antioquia? Además de los señalamientos a los mineros que ha hecho el gobernador Aníbal Gaviria y las confrontaciones mediáticas con los manifestantes, se asegura que es poco lo realizado desde la administración departamental para solucionar esta problemática, que tiene sitiada a los seis municipios de la subregión.

Como parte de las medidas, el gobernador citó a un plantón previsto para este lunes, a las 4:00 p.m., en la Plaza de la Libertad, en Medellín, y en la Casa de Antioquia, en Bogotá.

Mientras tanto, los habitantes de esta subregión del departamento sigue sitiada por la delincuencia que desvirtuó una manifestación organizada por los mineros informales, quienes buscaban mejores garantías para realizar su trabajo.