EN 2023 EL BAJO CAUCA HA PERDIDO 1.300 HECTÁREAS DE COBERTURA DE BOSQUE
Corantioquia, la autoridad ambiental encargada de la gestión y protección de los recursos naturales de Antioquia, hizo un llamado de atención a la institucionalidad ambiental ya la sociedad antioqueña debido al aumento alarmante de la deforestación en la región. La Corporación ha identificado la pérdida de más de 1.300 hectáreas de cobertura de bosque natural en lo que va del año 2023, lo que ha generado gran preocupación en la entidad.
La deforestación se ha acelerado de manera significativa en los últimos meses, lo que ha llevado a Corantioquia a realizar un análisis detallado de las causas y motores de pérdida de bosques. La Corporación ha identificado la conversión de bosque natural a usos agropecuarios, la infraestructura vial no planificada, la minería y la extracción de madera no autorizada como algunas de las principales causas de deforestación en la región.
«La mayoría de ellos en la Zona de Reserva Forestal del Río Magdalena declarada por la Ley Segunda de 1959, donde se concentran amplias zonas de bosque natural en el Nordeste y Bajo Cauca antioqueño en la Serranía de San Lucas». Anota el comunicado.
Ante esta situación, Corantioquia precisó ha implementado diversas acciones para frenar la deforestación y proteger los recursos naturales en la región. Entre ellas se encuentran estrategias educativas y de promoción de buenas prácticas agropecuarias, acuerdos cero deforestación con sectores, mesas técnicas con instituciones y actores estratégicos en los municipios con mayores cifras de deforestación, formalización de los aprovechamientos forestales y estrategias de forestería comunitaria, restauración, reforestación , declaratoria y manejo de áreas protegidas, concertación de determinantes de ordenamiento territorial, educación ambiental, bioviveros comunitarios, apoyo a los procesos de formalización de las actividades mineras, seguimiento a medidas de compensación por pérdida de biodiversidad.
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A pesar de estos esfuerzos, la deforestación sigue creciendo de manera acelerada, por lo que es necesaria la participación activa de la sociedad y sus organizaciones, los propietarios, las empresas, los gremios y las instituciones estatales para complementar el control ambiental y ejecutar políticas desarrollo rural sostenible en el territorio.
