Los habitantes del Valle de Aburrá y Rionegro reciben la mejor agua del país de cuenta de EPM

Disfrutar del agua del grifo con total confianza es un privilegio para los usuarios del acueducto de EPM, gracias a su infraestructura sólida y gestión eficiente. Este servicio abarca desde embalses y sistemas de captación hasta plantas de potabilización, redes de distribución y almacenamiento, asegurando el suministro de agua potable a hogares, comercios e industrias en el Valle de Aburrá y Rionegro.
En Colombia, la calidad del agua se mide a través del Índice de Riesgo de la Calidad del Agua (IRCA), donde un resultado inferior al 5 % es considerado seguro. Al cierre de 2024, EPM alcanzó un promedio de 1.06 %, lo que refleja su esfuerzo y constante inversión para brindar un servicio con altos estándares de calidad a más de 1.450.000 hogares y empresas en Medellín y municipios cercanos.
¿Cómo garantizan el agua?
Para garantizar la pureza del agua, EPM desarrolla múltiples estrategias a lo largo del proceso de provisión. En las fuentes hídricas, realiza un monitoreo continuo en ríos, quebradas y embalses, gestionando posibles eventos de contaminación y actuando de manera preventiva en coordinación con las autoridades ambientales. En las 13 plantas de potabilización, aplica protocolos estrictos de control de calidad, cuenta con instrumentación de medición en línea y dispone de laboratorios especializados para supervisar el proceso en cada etapa.
Además, ha incorporado tecnologías innovadoras que mejoran la calidad del agua, como la generación de dióxido de cloro en las plantas Manantiales, La Ayurá y Rionegro, la desinfección avanzada con UV en San Cristóbal, la implementación de ozono en San Nicolás y el proceso de ultrafiltración en Palmitas. En la etapa de almacenamiento y distribución, se realizan mediciones en tiempo real, mantenimiento preventivo de tanques y redes, y se ejecutan protocolos de respuesta inmediata ante cualquier alerta de calidad.
Gracias a este enfoque integral, el equipo de EPM supervisa y analiza permanentemente la información obtenida de los sistemas internos y de los reportes de los usuarios, lo que permite tomar decisiones oportunas y garantizar que el agua que llega a los hogares y empresas cumpla con los más altos estándares de calidad.